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Luisa
Perico
Bailarina, ingeniera civil y profesora de danza.
En entrevista para el 4to DanzaFuera desde Adentro 2020
Hoy día muchas personas aprenden a bailar viendo videos y trabajando en soledad, ¿cómo ves la relación con los maestros? ¿Qué crees que le aportan a un proceso de formación personal?
Pienso que la relación con el maestro de manera virtual es bastante relativa, en el sentido en que para que exista un verdadero aporte al proceso de formación del bailarín, ambas partes deben estar dispuestas a comunicarse muy claramente, debe existir retroalimentación de cada uno para lograr un verdadero ambiente de comprensión. Los videos y material audiovisual pueden ser de gran ayuda, pero para que exista un impacto en la formación personal es necesario el intercambio de ideas, preguntas y sensaciones.
Hoy hay miles de reglas, sospechas y preocupaciones sobre el contacto. ¿crees que la danza puede ayudar a devolvernos la confianza en el cuerpo del otro?
Creo firmemente que si hay algo que puede ayudar a restaurar la confianza de las personas, es el arte. Y la danza es el arte más corporal que existe, así que definitivamente sí siento que puede ser una gran herramienta para restaurar la capacidad de confiar en la convivencia con los demás.
¿Qué le ha aportado la danza a tu profesión de ingeniera?
Yo siento que la danza así como cualquier tipo de arte, lo que logra en las personas es que nos sensibilicemos, tanto con los demás como con nuestro entorno. Definitivamente la danza para mi logró eso, que yo me sensibilizara muchísimo con lo que sucede a mi alrededor.
Específicamente hablando de la ingeniería, siento que me volvió completamente consciente de todos los impactos que un proyecto de construcción puede tener tanto a nivel social como ambiental. El hecho de estar inmersa en la danza durante toda mi carrera de ingeniería hizo que yo me diera cuenta de que así como la construcción puede tener varios desarrollos positivos, muchas veces también genera impactos profundamente negativos en el medio ambiente.
Esto no pude pasarlo de manera desapercibida. Este reconocimiento moldeó mis intereses profesionales y me llevó a decidirme por comenzar en Enero del próximo año una Maestría en construcción sostenible en Estados Unidos.
Creo que este camino sería una de las mejores maneras de llevar a cabo proyectos de construcción sin generar tanto impactos en el medio ambiente.
La danza también me llevó a definir mi tesis de grado en el análisis dinámico de pisos para danza. Visité diferentes academias de Bucaramanga y también el Teatro Santander, hice pruebas de vibración de los pisos para determinar la calidad y el riesgo que puede tener un bailarín al trabajar en pisos como los que tenemos en Bucaramanga. Es así como he conectado e integrado mi experiencia en danza con mis estudios e intereses en ingeniería.
A partir de la experiencia de aislamiento por el nuevo coronavirus. ¿Qué proyectos de danza te están interesando ahora? ¿Esta experiencia de pandemia ha modificado en algo tus búsquedas a partir del cuerpo?
En mi caso la virtualidad generó que yo empezara a bailar todos los días en mi casa en una habitación vacía con un espacio de dos metros por dos metros, paredes blancas, piso de baldosa, un computador para la música y videos y nada mas. Esta experiencia de pandemia ha cambiado en mi muchísimas cosas. Primero, bailar en soledad. Yo no he estado acostumbrada a esto. Toda mi vida me he formado en academias o escuelas donde varios bailarines tomamos clases y hacemos proyectos de creación.
Encontrarse con la danza en la soledad se siente bastante diferente. Es interesante porque te ayuda a interiorizar lo que estás sintiendo y te olvidas un poco de lo externo, me refiero a los espejos, a la tendencia a usarlos para corregir tu postura, incluso a comparar tu desempeño con el de otra persona. La soledad centra tu atención, ya no en quién te está viendo o cómo te estás viendo, sino en qué estoy sintiendo y para qué estoy haciéndolo.
Definitivamente la danza en este tiempo de pandemia se ha vuelto como una terapia para mi, algo que me ayuda a liberar mis emociones.
También he podido transitar por estados de frustración cuando no siento mucha inspiración por la monotonía de estar siempre sola en ese espacio blanco tratando de buscar nuevos movimientos cuando todo se siente monótono.
Actualmente, me interesa mucho el videodanza. Mi interés se ha volcado a esta forma de producción artística tan interesante.
Me encuentro trabajando en un par de estos proyectos con mensajes muy lindos que en pocos meses saldrán a la luz.
Siento que de todas las situaciones malas algo bueno se puede sacar. Así como la virtualidad ha sido difícil para la danza también me siento más conectada con mi bailarina interior y es algo que creo no habría pasado de no ser por la pandemia. Muchas veces uno se enfoca en la virtuosidad, que es importante pero uno se puede olvidar de la razón y el sentimiento por el cual se está bailando.
Sobre Luisa
María Sonia Casadiego
Bailarina entregada al oficio, disciplinada, persistente y rigurosa con su formación en técnica clásica y contemporánea. Luisa es una bailarina de una gran versatilidad ya que en su formación ha podido explorar diversos géneros dancísticos, una bailarina con grandes capacidades en la interpretación y la creación, la caracterizan la limpieza de sus líneas, la impecabilidad de su movimiento y la precisión en la ejecución. Como persona, solidaria, dulce y amorosa con los que la rodean, un ser con una personalidad arrolladora.
Eugenio Cueto
Luisa es muy profesional en su trabajo como bailarina. Asume con seriedad, rigor, entrega y pasión cada compromiso que asume.
"Corazón Azul"
Pieza de danza en el Parque Santander de Bucaramanga
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